VIAJE DE ESTUDIOS – (1-1)
Tenían catorce años, terminaron primaria y se fueron de viaje de estudios a Ibiza. En el hotel se encontraron varios grupos de viaje fin de curso de todo el mundo. Eran un grupo de seis amigas y cuatro chicos; Tania, Eva, Iris, Saray, Estefanía, Lidia. Los chicos; Cristian, Eloy, Yuste y Leo. Eran muy unidos, siempre estaban juntos, desde muy temprana edad, yo diría dos añitos, desde el jardín de infancia. Viviendo cercanos por el barrio, por zona siempre les había tocado el mismo centro de estudio. Sus padres acordaron dejarlos hacer el viaje, todos juntos, por acabar en aquellos días los estudios, con buenas notas. La mayoría no coincidirían en los siguientes centros, pues alguien elegirían F.P y otros el bachillerato, después Universidad. Al llegar al hotel, las chicas se quedaron a colocar todo el equipaje, los chicos se fueron andar un paseo por el centro de la isla. Al acabar de colocar todo el equipaje las chicas decidieron bajar a la sala de baile y esperar a Saray que todavía no había acabado. Cuando acabo, bajo a encontrarse con sus amigas, no dando con ellas, decidió pasear por la orilla del mar, haciendo tiempo para volver a ver si las veía.
Estando paseando vio un chico que estaba tumbado, boca abajo en la arena. No presto atención, pero al pasar cerca escucho un gemido, no teniendo más remedio que acercarse, percatándose que estaba herido. Al verlo vio que era asiático. Abrió los ojos y le dijo; ayúdame.
Saray no sabía qué hacer, nunca se había encontrado en una situación parecida. Lo único que sabía era que ese joven necesitaba ayuda. Intento llamar a la policía, pero el muchacho le dio un manotazo, cayéndose el moví al suelo y diciéndole; no por favor nada de policías.
– Saray; ¿puedes andar?, ¿Cómo te llamas?
Me llamo Chang y si me ayudas podre dar algunos pasos.
Saray llevaba una chaqueta puestas, aunque la prenda era femenina, se la quito, poniéndosela a Chang por encima, tapando a sin todas las heridas, incluso cualquier sino que llamara la atención de cualquier persona que se cruzara por su camino en dirección al hotel. Sintiendo Saray que Chang no quería que nadie lo viera, de camino al hotel llamo a sus amigas diciendo que estaba cansada, que se divirtieran que se quedaría dormida. Al llegar al hotel, no se encontraba casi nadie en recepción, pudiendo pasar desapercibidos los dos, a si poder coger el ascensor, ir a la habitación, entrar y poder ayudarlo sin ser vistos.
–Saray; ¿has venido con alguien a la isla o estás solo?
–Chang; estoy de viaje de estudios, he venido con un grupo de jóvenes de mi país.
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